Luego de más de 80 años de haber sido declarada como lengua extinta, el
idioma de la antigua cultura mochica (el muchik), vuelve a salir a la luz
gracias a unas grabaciones realizadas en el año 1974 por Simón Quesquén, considerado
como su último hablante.
Ya han pasado un poco más de 80 años desde que
el antiguo idioma mochica,
denominado como muchik, fuera declarado extinto, razón por la cual no se tenía
ni idea como sonaba este idioma.
Pero ese desconocimiento
que tenemos sobre la sonoridad del idioma de la antigua cultura moche cambiará desde
ahora gracias a la difusión de unas
grabaciones realizadas en el año 1974 por Simón Quesquén, quien es considerado
como su último hablante. Él realizó las grabaciones a pedido del
historiador Américo Herrera, usando
un magnetofón, una grabadora que se usaba en aquella época, con la intención de
que su conocimiento de este idioma no se pierda y sea conservada en el tiempo.
Simón Quesquén vivió en los años 30 en Eten, un distrito
chiclayano, en Lambayeque, en la costa norte del Perú, fue ahí donde su abuela, Manuela Nuntón, le enseñó, a él y a sus demás nietos, la
pronunciación del idioma mochica junto
a la música tradicional de la zona. En aquellos años, él formó parte de una banda musical infantil.
Pero el interés de Simón
por este idioma no se quedó ahí, él continuó hablándolo con el pasar de los
años y haciendo investigaciones sobre el origen del muchik.
En esta foto podemos ver a un joven Simón Quesquén (de la flecha blanca), junto a los integrantes de su grupo musical, quién es considerado como el último hablante de la lengua muchik. |
El muchik en nuestra historia
En el siglo XVI, cuando
los españoles llegaron al Tawantinsuyu,
la lengua mochica era una de las más importantes que se hablaban en estas
tierras, junto al quechua, al aimara y al puquina por supuesto.
El uso de esta lengua se extendía por todo el territorio de lo que hoy es
el departamento de Lambayeque y la parte norte del actual departamento de La
Libertad. Continuó vigente hasta el siglo XVII, pero
un siglo después comenzó a extinguirse debido a la imposición del español como
lengua oficial y al desinterés por su preservación. A finales del siglo XIX
solo se hablaba en la denominada villa de Eten.
Por esa razón, a esta
zona llegaron varios investigadores para estudiar este antiguo idioma antes de
que se pierda por completo. Uno de esos
estudiosos fue el historiador Américo Herrera, quien, en medio de sus
investigaciones conoció a Simón Quesquén.
Pero, lamentablemente,
con el pasar de los años el material de sus investigaciones quedó en el olvido.
Hasta que recién en el año 2000 el mencionado historiador se reunió con un
colega alemán, Stefan Ziemendorff, con
quien pudieron recuperar las grabaciones. Los estudiosos limpiaron y
digitalizaron las cintas en un estudio de grabación profesional moderno, Así lograron rescatar las valiosas
grabaciones que son un testimonio invaluable de nuestra historia.
Estas grabaciones, hace
no mucho, fueron publicadas en un
artículo por el Instituto Ibero-Americano de Berlín, cuyos investigadores
de esta casa de estudios no solo analizaron y tradujeron el contenido de las grabaciones,
sino que también lo pusieron a disposición del público interesado. Gracias a
eso pudimos tener acceso a ellos.
Puedes escuchar las
grabaciones en el siguiente vídeo, o también AQUÍ.
Fuentes consultadas: www.canalipe.tv | www.redalyc.org
Puedes leer el artículo publicado por el Instituto Ibero-Americano de Berlín AQUÍ, donde podrás hallar la traducción de las palabras en muchik al castellano.
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