“Los harapos de sus soldados brillaban como una bandera al sol. Parecía este puñado de hombres llevar la patria en brazos. Y hubo momentos en que pudo decirse que en el Perú no relucía oro de más quilates que la espada de Cáceres”, escribió el historiador Jorge Basadre Grohmann.
Después de muchos sinsabores
que trajo consigo la infausta Guerra del
Pacifico, penas, fatigas y seguramente también lágrimas, la tropa de don
Andrés Avelino Cáceres Dorregaray (1836-1923), compuesto por campesinos
quechuahablantes y montoneros, lograron
el triunfo en las batallas de
Marcavalle, Pucará y Concepción, en los valles del Canipaco y Mantaro, en
la región Junín.
La
denominada campaña de la Breña se trazó desde un argumento inteligente que fue más
allá de la táctica, logró articularse con lo social, con las comunidades
campesinas, y utilizó la geografía a su favor.
Para ese
entonces Lima ya había sido tomada por las tropas invasoras chilenas tras la
sangrienta batalla de Miraflores, Nicolás
de Piérola y otros personajes de la política peruana de aquel entonces ya habían
huido y se habían puesto a buen recaudo en la ciudad de Jauja, en Junín, donde
conformaron un gobierno provisorio.
Las virtudes del “Brujo de los Andes”
Cuando el general
Cáceres arribó a Jauja al ser requerido por el dictador Piérola, este le ofreció
el mando político-militar en los departamentos ubicados en el Centro del país.
Cáceres aceptó la propuesta pero le expuso sus planes de organizar una guerrilla compuesta por campesinos e indígenas de la
zona mencionada para ganar tiempo en la formación de batallones.
Cáceres
conocía muy bien el terreno, además de contar con su virtud de soldado recio y
su resistencia para soportar todo tipo de privaciones, su conocido dominio del idioma quechua, sus costumbres de hombre
andino, sus habilidades y aciertos a la hora de agrupar sus tropas y adiestrarlos, al mismo tiempo conseguir armas, acémilas,
uniformes, rejones, hondas y su indudable valentía hacían de este ayacuchano
un caudillo nato.
Haciendo frente
a esas asperezas que ofrecen el clima y la geografía de los andes, pasó por Junín,
Huancavelica y Ayacucho, en su trayecto se sumaron a su tropa cientos de hombres
y mujeres que se unían por el supremo amor que se le tiene a la patria. El plan
del ‘Tayta’ era organizar y reiniciar la campaña para resistir al ejército
invasor chileno.
Los primeros enfrentamientos con los chilenos iniciaron el
29 de junio de 1882, pero fue el 9 de julio que
se da un ataque frontal. Luego Cáceres se llega a enterar que algunos de los
soldados chilenos tenían la enfermedad de la viruela y el tifus, motivo por el
cual decide dar la ofensiva a los destacamentos de La Oroya, Marcavalle, Pucará
y Concepción.
9 de julio de 1882
En la noche
del 8 de junio, Cáceres organiza un ataque desplazando a los montoneros de los
pueblos de Acoria, Acostambo, Pillichaqui, Chongos, Churcampa y los batallones Tarapacá, Pasos y Junín, a las lomas de Marcavalle. Mientras tanto, en
Junín forma un batallón con la Guardia Nacional de Huaripampa, la columna de
Cazadores de Muquiyauyo, los Flanqueadores de Llocllapampa y el batallón Libres
de Paccha. Felipe Benito Rivas, Manuel
Encarnación y Antonio Mandarachi, asumen el liderazgo de los batallones Marco,
Tunanmarca y Libres de Acolla.
En la
madrugada, a las 5:30, se realizó el primer tiro de cañón en contra del enemigo,
quienes escapaban a su fortín de Pucará, ubicado a kilómetro y medio de
Marcavalle. El ‘Tayta’ Cáceres dirigió personalmente a esas tropas y ordenó a
cuatro de sus compañías que avancen hacia Pucará. Los chilenos quedaron
desconcertados por este ataque inmediato y decidido, emprendiendo una fuga
desordenada hasta la orilla derecha del río Mantaro.
Los patriotas
avanzaban por Marcavalle y Zapallanga con espadas en mano, lanzas y rejones,
rumbo a Huancayo; y a su paso recolectan rifles, cañones, municiones y banderas
del enemigo. El Brujo de los Andes
solo descansa una hora para luego emprender viaje rumbo a la ciudad de Jauja.
Los chilenos
dolidos por la derrota, y con sed de venganza, cometen horrores entre la población
de Matahuasi, Concepción, Ataura y San Lorenzo, asesinaron a los vecinos,
saquearon comercios, incendiaron casas y la iglesia. Ni los extranjeros se
salvaron, en esta arremetida el médico francés Luis M. Yournée fue maltratado a
culatazos, también saquearon y quemaron los negocios de unos alemanes y
ciudadanos españoles.
Pero la
guarnición chilena Chacabuco, compuesta por 100 hombres, fue atacada la tarde de ese mismo día por las
tropas del coronel Gastó, comandante de la División de Vanguardia, bajo la orden directa del ´Tayta’
Cáceres. La lucha fue sangrienta y encarnizada, murieron heroicamente muchos
peruanos.
Hazañas bélicas del “Brujo de los Andes”
Las históricas
hazañas de Cáceres en las batallas de Concepción, Huaripampa, Anthospampa,
Cerro Lumi, Marcavalle, Pucará, Mal Paso, Huamachuco, Molinospata, Chupaca-Carato
y entro otros lugares, hacen de este militar ayacuchano el gran general del
siglo XIX, por su gran arrojo y por nunca rendirse ante el enemigo.
El Brujo de
los Andes, el 15 de julio de ese año, comunica al gobierno de turno: “Rechazados y expulsados los invasores de
este importante departamento, se pone en posesión de más brazos y elementos
para la defensa nacional al Gobierno, que así atenderá mucho a la brevedad de
la acción y restablecerá las medidas de reorganización con la prontitud que su
alta sabiduría ha de sugerirle”.
Años más
tarde, el historiador Jorge Basadre
Grohmann, escribiría lo siguiente: “Los
harapos de sus soldados brillaban como una bandera al sol. Parecía este puñado
de hombres llevar la patria en brazos. Y hubo momentos en que pudo decirse que
en el Perú no relucía oro de más quilates que la espada de Cáceres”.
Datos
-Los sitios
de las históricas batallas que dirigió Andrés A. Cáceres, en el Centro del
Perú, ahora son atractivos turísticos del valle del Mantaro. Con estas batallas
el ejército de campesinos y montoneros del ‘Tayta’ logró expulsar del valle del
Mantaro al ejército invasor chileno.
-En la
ciudad de Concepción, en Junín, cada mes de julio las autoridades organizan un gran
desfile militar y escolar. Además se escenifica en Pucará y Concepción la
batalla que libraron los patriotas contra las tropas chilenas invasoras en la Guerra
con Chile.
Fuentes consultadas: www.elperuano.pe | www.larepublica.pe | www.ejercito.mil.pe | www.es.wikipedia.org/
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