Este admirable docente es creador de 'Kipi', un robot hecho
a base de piezas electrónicas reciclables, con el objetivo de interactuar y de
brindar educación a los niños del Vraem que fueron alejados de la escuela durante la pandemia.
Walter Velásquez Godoy, es un docente
huancavelicano que creó un novedoso robot al cual denominó “Kipi”, y las siete versiones con las que ya cuenta hasta ahora, con el objetivo de brindar educación a los
niños de las escuelas públicas de Tayacaja, Colcabamba, Huancavelica y del Vraem,
para que no pierdan sus clases durante la pandemia por el covid-19, quienes no
cuentan con radio ni televisión, ni mucho menos con señal de Internet.
Walter Velásquez es profesor de Ciencia
y Tecnología, y labora en el colegio Santiago Antúnez de Mayolo, una escuela
rural ubicada en el distrito de Colcabamba, en Huancavelica, en la zona del Vraem,
donde ya es muy conocida su preocupación
y su labor innovadora con la intención de mejorar el aprendizaje de los
escolares de aquella región, motivo por el cual, el Proyecto Especial Bicentenario hoy lo considera como “un peruano del bicentenario”.
Con la llegada de la pandemia se detuvo todo, pero el ingenio creativo de este profesor no se detuvo, más por el contrario, esto agudizó su imaginativa para crear, como respuesta a la tragedia, una novedosa herramienta que permitiera a sus alumnos y otros alumnos de su distrito a no perder sus clases y a no ser excluidos de la educación por falta de la señal de internet, servicio con las que aún no cuentan las 23 comunidades de Colcabamba.
El profesor Velásquez creó una novedosa herramienta que permitió a sus alumnos y otros alumnos de su distrito a no perder sus clases durante la pandemia. |
El profesor Walter
reveló a la agencia Andina que las familias de esta zona viven entre la pobreza
y la extrema pobreza, razón por la cual muchos jovencitos en edad escolar son
tentados por el narcotráfico para hacer labores de mochileros o trasportadores
de droga, para quienes ir a la universidad no está en sus opciones; muchos de
estos escolares prefieren ganar dinero de manera fácil, señaló muy preocupado.
Esta preocupación por el futuro de sus alumnos, en su mayoría quechuahablantes, es que llevó a este profesor crear a “Kipi”, término que deriva del quechua, Quipi (que expresa equipaje, bulto), para hacer llegar la enseñanza a los hogares de los niños y “cargar de esperanza”, afirma el profesor, a los escolares que se vieron perjudicados a ser alejados de la escuela.
El maestro relató a la
revista Caretas que hace 10 años organizó un grupo de creatividad, con el cual
acumuló muchos materiales que quedó como chatarra tecnológica. Con esos restos
creó al singular robot “Kipi”.
El robot "Kipi" está hecho a base de piezas electrónicas reciclables. |
El docente explicó que el robot es manejado con una aplicación
para celular que él también creó gracias programas gratuitos que halló en
Internet. Posee un panel solar en la espalda con el cual puede funcionar
durante varias horas, reconoce la voz humana de manera inmediata, habla en
quechua y castellano, puede contar cuentos, cantar, posee audiolibros, está programado
para mostrar su enojo por la contaminación de los ríos cambiando el color de
sus ojos al rojo y cada vez se le agregan nuevas funciones. “Soy Kipi, la robot del Vraem, carguémonos
de alegría y esperanza”, es la frase con la que esta ingeniosa maquina inicia
sus sesiones.
Durante la pandemia,
este Admirable profesor huancavelicano ha recorrido largos trayectos en bicicleta
o a lomo de bestia para llevar a su robot “Kipi”
a los hogares de los escolares de las zonas rurales de su distrito que se encuentran
alejadas de los servicios de comunicación.
Durante la pandemia, el profesor ha recorrido largos trayectos en bicicleta o a lomo de bestia para llevar su robot “Kipi” a la casa de los escolares. |
El docente indicó a la
agencia Andina que él no hace robots
para vender, sino solo para uso pedagógico. Además, exhortó al estado
invertir en ciencia y tecnología en las escuelas.
La historia del profesor
Walter Velásquez, quien ya es un
ejemplo de creatividad para sus colegas, se viralizó, hace un poco más de un
año, en las redes sociales y fue difundido por diversos medios noticiosos.
El dato
-Este docente fue ganador de las Palmas Magisteriales en el Grado de Maestro
(2017) por usar las nuevas tecnologías para que sus colegas puedan
organizar mejor sus clases y por incentivar la investigación en los escolares. Pero parte del dinero que
recibió como premio lo donó al colegio donde labora para el mejoramiento del Centro
de Indagación y Creatividad del VRAEM.
-Del mismo modo, en agosto del 2020, recibió un reconocimiento del Congreso por su denodado esfuerzo por llevar conocimiento a los niños y jóvenes de su región.
Puedes conocer más sobre
su historia y su novedosa creación en los siguientes vídeos.
Fuentes consultadas: www.diariocorreo.pe | www.caretas.pe | www.elpopular.pe | www.andina.pe
Fotos: Agencia Andina
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