Este antiguo sistema permitió a nuestras culturas
ancestrales garantizar el agua y la sostenibilidad de la agricultura,
construyendo para ello numerosas obras de ingeniería hidráulica, los cuales,
hoy en nuestros días, sorprenden por seguir en funcionamiento.
Se denomina como “siembra y cosecha de agua” a un
antiguo sistema de almacenamiento de agua considerada
como una de las máximas expresiones de
la cultura hídrica andina que desarrollaron nuestros ancestros, el cual
permite garantizar la sostenibilidad de la agricultura. En nuestra actualidad
este sistema conjuga todas las alternativas tecnológicas prehispánicas y
modernas.
Este antiguo
sistema ancestral consiste básicamente en el almacenamiento del líquido
elemento, para ello se construyen
numerosas zanjas de infiltración en los terrenos que están ubicados en las
pendientes y donde se ubican las plantaciones en las cabeceras de cuencas
hidrográficas, donde nacen los ríos.
Se construyen numerosas zanjas de infiltración en los terrenos que están ubicados en las pendientes. | Foto: www.agraria.pe |
Pero
también, para lograr este almacenamiento se construyen estanques en sitios
estratégicos, reservorios y terrazas con barreras vivas de árboles o arbustos.
Del mismo
modo, se realiza la reforestación de los terrenos eriazos altoandinos, con la
participación de las comunidades cuya actividad económica está relacionado con
la agricultura; esto con la finalidad de desviar el agua de lluvia que circula
libremente por la superficie de los terrenos, y estos excedentes sirven para
recargar las fuentes de agua o acuiferos.
Para lograr
el éxito de este sistema también se
garantiza el buen manejo y el cuidado de los puquiales y manantiales, se
promueve las buenas prácticas en la agricultura, el buen uso del recurso
hídrico y los pastizales, con áreas de rotación para darle sostenimiento a
la agricultura.
Para almacenar el agua se construyen estanques en sitios estratégicos. | Foto: Silvestre Aguilar Pérez |
Todo lo
descrito ya era practicado y entendido
perfectamente por nuestras culturas ancestrales como los Chavín, Mochica,
Nasca, los Chimú, etc., quienes con el empleo de este sistema lograron una
mayor eficiencia en el manejo del recurso hídrico y, por ende, la agricultura, construyendo para ello numerosas obras de
ingeniería hidráulica, los cuales, hoy en nuestros días, sorprenden por seguir
en funcionamiento a pesar a haber sido hechos hace cientos de años.
Tras el
surgimiento del Tawantinsuyu y el
gobierno de los incas, estas
técnicas fueron recogidas por ellos, perfeccionadas y expandidos en una gran
parte del territorio que lograron controlar, con el cual no solo garantizaban la provisión de este líquido elemento
vital a toda su población, sino también de alimentos.
Este sistema ya era practicado y entendido perfectamente por nuestras culturas ancestrales. | Ilustración: www.gob.pe |
El
Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) ya está impulsando este
sistema de “siembra y cosecha de
agua” desde hace varios años, para ello se han creado almacenamientos de
agua en las partes intermedias de la cuencas hidrográficas, donde se hallan los
ríos de la costa (el Pacífico) y también donde se hallan los ríos de la selva y
la sierra (el Atlántico).
Con el empleo de este sistema se puede enfrentar el
cambio climático que está afectando gravemente los glaciares en los Andes
poniendo el peligro las fuentes de agua del cual se abastece la agricultura y
ha convertido al Perú en uno de los países más vulnerables.
El Midagri
resalta la importancia de este ancestral sistema y exhorta a los sucesivos
gobiernos que continúen con lo que ya se ha avanzado porque el riego es muy
importante para salir de los monocultivos y poder tener más campañas al año
(actualmente se tiene una en promedio), de ese modo diversificar los cultivos.
Puedes ver más detalles en los siguiente vídeos.
Fuentes consultadas: www.icog.es | Agencia Andina | www.gob.pe
Ilustración: www.gob.pe
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