Rumi Alegría es un cusqueño que trabaja como guía de turismo y un
apasionado de la cultura que le legaron sus antepasados, quien ha logrado construir
un muro casi similar a los que son considerados de manufactura inca, usando
solo una comba, algunos cinceles y sus propias manos.
Constantemente en las redes sociales leemos
publicaciones o comentarios en donde se afirma, sin ninguna evidencia que lo sustente
y mucha fantasía, que los muros y la arquitectura precolombina considerados de
manufactura inca que se hallan en Cusco, Perú, no pertenecen a esta antigua
civilización, sino que estos habrían sido hechos por alienígenas venidos de
galaxias distantes o de civilizaciones antediluvianas como los llamados
Atlantes.
Sin embargo, la arqueología, la antropología y la
historia andina han demostrado con numerosas evidencias que estos fueron hechos
con herramientas rusticas, es verdad, pero gracias al ingenio, la sapiencia y
el esfuerzo del hombre andino en un momento en la historia en que la
civilización occidental aún no se asomaba al continente americano e intentara
exterminar, con el pretexto de la ‘cristianización’, miles de conocimientos en
la arquitectura, la medicina, la filosofía o cosmovisión, entre otras ciencias
que se desarrollaron durante miles de años en el mundo andino.
Rumi Alegría ha logrado construir un muro casi similar a los que son considerados de manufactura inca. | Foto captura de Matergia Realismo Fantástico |
Además, cabe señalar, que,
en la construcción de los portentos de
la civilización inca, que parecen estar hechos para la eternidad, participaban
decenas de miles de trabajadores y por varias décadas, las crónicas indican
entre 15 mil hasta 20 mil. Es de suponer que tal fuerza de trabajo era
capaz de mover enormes roquedales para hacer posible lo que hoy nos parece
imposible.
Dicho esto, cabe
mencionar que los conocimientos de los
antiguos arquitectos incas no están en los libros, parece que viven dentro del
espíritu del hombre andino o encriptados en sus milenarios idiomas, según
la opinión de algunos investigadores. Eso es lo que aparentemente ha ocurrido
con Rumi Alegría, un cusqueño que
trabaja como guía de turismo y un apasionado de la cultura que le legaron sus
antepasados, quien ha logrado construir un muro casi similar a los que son
considerados de manufactura inca, usando solo una comba, algunos cinceles y sus
propias manos. Cuyo trabajo es una demostración de que sí los hombres pueden
hacer este tipo de construcciones.
El trabajo de Rumi Alegría es una demostración de que sí los hombres pueden hacer este tipo de construcciones. | Foto captura de Matergia Realismo Fantástico |
Podemos ver todos los
detalles en el siguiente vídeo que es un reportaje realizado por el periodista Rafa Mercado, publicado recientemente
en su canal de YouTube Matergia Realismo Fantástico.
Fuente consultada: YouTube/Matergia
Realismo Fantástico.
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