Anda circulando en las redes sociales una publicación con información
histórica parcializada e incompleta, donde se afirma que en
la época colonial siguió existiendo la élite inca y que los españoles les
otorgaron privilegios para que sigan gobernando. ¿Cuánto de verdad y
cuanto de mentira hay en dicha afirmación? Entérate en este artículo.
Una vez más, anda circulando en la red social
Facebook una publicación con información histórica parcializada e incompleta, donde se afirma
que en la época colonial siguió existiendo la élite inca, es decir, intentando darnos a entender que los
españoles de la época colonial eran muy caritativos y no decidieron esclavizar ni eliminar a toda
la élite inca, sino solo a algunos (solo a quienes se revelaban contra ellos
y defendían su suelo y su libertad), y a
los demás les otorgaban privilegios para que sigan gobernando. Pero ¿Cuánto
de verdad y cuanto de mentira hay en dicha afirmación? A continuación, te lo
decimos.
Es cierto que en la
época del virreinato los españoles inventaron un curioso título de ‘inca’ guiándose por una jurisprudencia del medioevo y completamente alejada y ajena de
las costumbres del Tawantinsuyu donde se debían seguir estrictos protocolos y cumplir con complejos rituales religiosos,
además de tener buenas aptitudes físicas y morales, para recién poder ser
admitido y podría ser elegido como inca si es que en los sagrados rituales Inti, el Dios Sol de los Incas, así lo disponía, incluso las guerras entre dos pretendientes a esta jerarquía soberana eran parte de estos rituales, según refiere la
etnohistoriadora María Rostworowski.
También es cierto que en
la época del virreinato crearon en Cusco una institución llamada Alferazgo Real de Naturales o de los Incas,
quienes representaban a estos nobles descendientes de los incas. Todos ellos constituían el llamado Cabildo
de Indios Nobles, conformado por 24 electores, quienes nombraban mediante
votación a un Alférez Real para la festividad de Santiago Apóstol, patrón de
España, entre otras festividades.
Curiosamente, en cada
festividad religiosa católica que se realizaba en Cusco, este Alférez Real salía en procesión
diszafrado de inca y portando el estandarte real de la Corona española junto al
alférez de los españoles, como bien podemos apreciar en la siguiente pintura de
la escuela cusqueña, de autor anónimo, pintada en el siglo XVII, donde se ve la
carroza de San Cristóbal en la festividad del Corpus Christi y el Alférez Inca
adelante.
Pintura de la escuela cusqueña, de autor anónimo, pintada en el siglo XVII, donde aparece representado el Alférez Inca del virreinato. |
El primero en recibir
este curioso título fue Cristóbal Paullo
‘Inca´, en 1545, quien era uno de los hermanos de Huáscar y Atahuallpa.
como un reconocimiento por haber apoyado a los españoles a derrotar a Manco Inca (otro de sus hermanos y el hoy reconocido como Héroe Nacional) en el cerco de Lima, donde los hispanos estuvieron a punto de
ser derrotados y borrados del mapa por el numeroso ejército de Kisu Yupanqui. Luego de este, muchos
otros descendientes de los incas, en
especial de Huayna Cápac, obtendrían
este título de ‘incas’ sin serlo en realidad. Si una cosa así hubiera
podido ocurrir en el Tawantintuyu, es
decir, usurpar una jerarquía que era considerado sagrado y único, probablemente el castigo sería la
pena capital.
Estos títulos se dividían en dos:
‘Incas Titulados’; eran descendientes de los incas que lograban obtener un “título nobiliario de Castilla” de parte del Rey Español, o al emparentarse con españoles portadores de dicho título. Estos generalmente vivían en Europa.
‘Incas Ratificados’; eran descendientes de los Incas que
lograban probar su linaje mediante las probanzas.
Lo que la mencionada
publicación no dice es cómo, por qué y cuáles
eran los requisitos para obtener este título de ‘inca’ en el virreinato.
Muy simple; uno de los requisitos era el
haber apoyado a los españoles en la destrucción política del Tawantinsuyu,
es decir, haber traicionado a su pueblo, a su linaje o estirpe y al mismo Sapa
Inca arrodillándose ante otro soberano extranjero; otro de los requisitos era ser
católico, o lo que ellos denominaban ‘cristiano’; practicar las costumbres
religiosas españolas y estar bautizado con el nombre de algún santo europeo;
además, para recibir legitimación de la monarquía hispana, el solicitante debía probar ser de linaje inca mediante la legislación de las
probanzas, donde debía presentar documentación y
testimonios de parientes ratificados. Además
de probar ser de linaje inca debían probar también que eran buenos católicos y fieles
súbditos del rey español.
Quienes lograban obtener este título accedían a ciertos privilegios de nobles, como el poder identificarse con un escudo de armas, tener acceso a las pensiones de las cajas reales, poseer sirvientes y esclavos indígenas, poder portar una capa, una espada y armas de fuego, poder llevar delante de su nombre y apellido el apelativo de don o doña, poder acceder a la educación básica y superior occidentalizada, poder acceder a cargos militares, eclesiásticos y públicos, pero solo dentro de la llamada República de indios, poder poseer uno o varios negocios, además de atractivas exoneraciones fiscales, tierras, chacras y no podían ir a la mita. Cabe resaltar, que este título de 'inca' solo se le otorgaba a los descendientes de los incas, no a descendientes de otras etnias conquistadas por los incas.
Pero lo más condenable de
todo esto es que fueron estos supuesto 'incas' quienes salieron al frente en defensa de Pizarro y sus huestes cuando
Manco Inca luchaba por recuperar sus dominios, ese apoyo fue crucial y muy
importante que inclinó la balanza en favor de los hispanos, lo mismo pasó cuando
el célebre líder indígena Túpac Amaru II
se levantó en armas en 1780 en su intento por restaurar la antigua gloria de
sus antepasados; fueron estos supuesto ‘incas’
que lucharon contra él, quienes defendían al colonialismo y a la corona
española, fueron ellos quienes convocaron ejércitos y designaron generales para
su captura, dos de ellos fueron los capitanes Diego Cusi Guaman y Pedro Apo
Sahuaraura ‘Inca’, este último pereció en la Batalla de Sangarará, luchando al
servicio de la corona española y defendiendo sus intereses.
El control de los
españoles sobre estos supuestos ‘incas’ era absoluto; estos no ostentaban ningún poder político, es decir, no eran gobernantes. Es cierto que algunos de
estos incluso viajaron a Europa, pero cabe señalar, que mientras estos supuestos ‘incas’ se
preocupaban por sus títulos y pactaban con los españoles a cambio de conservar
sus privilegios, decenas de millares de indígenas del pueblo perecían a
consecuencias de las pestes traídas por los hispanos, las guerras, los trabajos
forzados o eran esclavizados en las oscuras minas de plata como las de Potosí.
Quizás por eso la historia los puso en el lugar que corresponden, en el olvido,
porque para la historia andina americana
estos supuestos ‘incas’ de la época del virreinato no son otra cosa que
traidores de su estirpe (Felipillos), que actuaron en favor de sus
intereses en el lado incorrecto de la historia, no son dignos ejemplos de
patriotismo, porque aun en pleno proceso de independencia del Perú, muchos de
estos supuestos ‘incas’ seguían apoyando a los realistas. Ahora ya sabemos por
qué no aparecen en nuestros libros de historia, quizás porque no se lo merecen. Nuestra historiografía andina oficial solo reconoce a 14 incas, sumándose a ellos los heroicos incas rebeldes de Vilcabamba.
Esos títulos de ‘incas’ y la institución de Alferazgo Real que los agrupaba fueron abolidos por Simón Bolívar en 1824, y con la Constitución de 1826 se dieron por abolidos todos los “antiguos cabildos e instituciones” virreinales. Así fue el final de estos supuestos 'incas' cuyo actuar en nuestra historia nos avergüenza y de quienes ya no queda nada; sus memorias y su descendencia se perdieron en el tiempo.
Fuentes consultadas y artículos referenciales:
-Nobleza, identidad y rebelión: los incas nobles del Cuzco frente a Túpac Amaru (1778-1782)
-La nobleza inca: ellinaje respetado por los españoles, pero desgastado por el tiempo
-La república de indios.Fundación Telefónica
-“La nobleza indígena en la época colonial. Privilegios económicos”
-El Cabildo de los Veinticuatro Electores del Alférez Real Inca de las ocho parroquias cusqueñas
-El uso indígena de las probanzas de méritos y servicios: su dimensión política
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