En el año 1863, un descendiente de los incas obsequió este símbolo ancestral al ex presidente de la República, general José Rufino Echenique, y tras su muerte, este valioso objeto inca, denominado también como Intip Inti (sol de soles), acabó en manos de coleccionistas extranjeros, pero tras largas negociaciones se logró que retorne al Perú.
Las crónicas nos dicen
que la placa de oro de forma circular, conocido como el "sol de Echenique", era portado por el Inca, el soberano
del Tawantinsuyu, quien lo llevaba
en el pecho como muestra de que era el hijo del sol. Incluso se menciona que Túpac Amaru II portaba un emblema
similar cuando inició su rebelión.
En la época
del Tawantinsuyu a este emblema se
le denominaba Intip Inti (sol de
soles), era un objeto muy valioso que se
heredaba de generación en generación, de Inca a Inca, porque su simbolismo
se relacionaba con la fuente de poder del mismo soberano de los cuatro suyos.
Actor cusqueño Nivardo Carrillo, interpretando al Inca en el Inti Raymi, quien lleva la placa de oro en el pecho. |
Algunos académicos creen que esta placa de oro podría
estar relacionado con la energía solar del Hanan Qosqo, con el calendario inca,
y que simboliza a una deidad felina y al Dios Wiracocha. Claramente es la representación del sol, pero también podría haber otras
interpretaciones místicas y legendarias relacionadas con culturas preincaicas,
como Chanapata y Marcavalle, o con los mismos incas. Pero en lo que los
estudiosos si están de acuerdo es en que este objeto de valor excepcional es de
ascendencia netamente cusqueña.
Como bien
podemos observar en la imagen de abajo, en el centro de la placa se puede
apreciar el rostro de Wiracocha,
junto a él se distinguen los símbolos del Kaypacha (este mundo), Ukupacha
(mundo de abajo) y Huananpacha (mundo de arriba), además la conjunción
geométrica que bordea el disco representaría un calendario solar incaico.
Esta placa circular de oro era exhibido en el National Museum of the American Indian de EE.UU., antes que retornara al Perú. |
Pero también
hay quienes aseguran que este artefacto
inca tiene relación con el mito del Inkarri, que augura el próximo retorno del
Inca para refundar el Tawantinsuyu.
Este
artefacto circular de oro tiene una dimensión de 13, 5 centímetros de radio, y
posee unas perforaciones que probablemente servían para poder colgárselo al
cuello usando sogas o correas. Está compuesto por aproximadamente 90% de oro,
5% de plata y 5% de cobre. Fue elaborada con técnicas de martilleo, técnica
común en la antigua metalurgia andina.
Continuamente
decimos que este objeto es de los incas,
porque se sabe históricamente que fue usado por ellos, pero en realidad, según
los estudios que se le han hecho, es mucho más antiguo. El arqueólogo estadounidense John H. Rowe, tras sus investigaciones
concluyó que este objeto fue elaborado hacia el 500 a.C. Por otro lado, el
arqueólogo peruano Luis Guillermo
Lumbreras, concluyó que el disco era un pectoral que corresponde a la cultura
preincaica de Marcavalle que se asentó en lo que hoy es el Cusco mucho
antes del surgimiento de los incas.
El estudioso calculó su antigüedad en al menos 3000 años, época en que las
culturas Paracas y Chavín reinaban en
los andes. ¿Sorprendente verdad?
También lo sorprendente
es que sobrevivió a la sed de oro de los españoles, quienes
fundieron todo objeto hecho del metal precioso que encontraban a su paso.
En torno a esta placa se han creado leyendas que han
trascendido en el tiempo y que se han ido acrecentando con el paso de los
siglos; leyendas y profecías que, muchos dicen, aún
faltan por cumplirse.
Tras la
invasión de los españoles al territorio del
Tawantinsuyu y el asesinato de los últimos incas que se refugiaban en
Vilcabamba, quienes también portaban este disco de oro denominado Intip Inti, el objeto no volvió a ser visto por mucho tiempo, hasta el surgimiento
de José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II, quien heredó también el título
de Inca, y quien gestó una gran rebelión en contra de los españoles con la
intención de liberar a su pueblo y reestablecer el Tawantinsuyu. Los escritos
de la época mencionan que José Gabriel Condorcancqui ingresó a la iglesia de
Cusco, donde el padre Ortigoza oficiaba una misa, luciendo un atuendo inca,
incluyendo la Mascapaicha en la cabeza y la placa de oro en el pecho. Esto,
claro, escandalizó al mencionado cura.
Foto captura de una escena de la película peruana Túpac Amaru, filmada en 1984. |
La historia
señala que años después, en 1863, un
descendiente de los incas, cuyo nombre se desconoce, ofreció como obsequio al
por entonces presidente de la República, general José Rufino Echenique (1851-1855),
cuando visitó Cusco. Desde aquel entonces se le conoce con la denominación
actual, el “Sol de Echenique".
El ex presidente José Rufino Echenique |
Tras la
muerte de este ex presidente el objeto fue heredado por su hija y más tarde fue
vendido a un doctor de nacionalidad alemana llamado Eduard Gafron, quien se dedicaba a la colección de antigüedades, y en
1912, también lo vendió a George Heye, fundador del Museo de los
Indios Americanos en Nueva York. Desde entonces el disco solar inca era
incluido en diversas exposiciones que ofrecía el mencionado museo.
Un escudo oficial para la ciudad del Cusco
Eran inicios
de los años 40 del siglo pasado cuando un grupo de intelectuales cusqueños de
aquella época, como Humberto Vidal Unda,
entre otros, impulsaron una fecha especial para la celebración del Día del Cusco. Estos pensadores junto a sus autoridades acordaron que el 24 de junio
de cada año se celebraría el Día del Cusco, junto al Inti Raymi o Fiesta del
Sol que se celebra ese mismo día. De ese modo se dejaría al olvido la
fundación española.
Luego de
esto era necesario hacer otros cambios importantes, como la creación de un
himno para la ciudad, cuya creación se dio en 1970 por el poeta canchino Luis Nieto Miranda; luego, el 1978, se
creó una bandera representativa que posee los siete colores del arco iris.
Tras la creación de estos dos emblemas aún quedaba algo
pendiente para lograr la completa liberación de la influencia española: cambiar el escudo de la heráldica española que era el escudo del Cusco desde hacía ya
450 años.
Es así como el 23 de junio de 1986, las autoridades
cusqueñas aprobaron por unanimidad instituir como escudo oficial de la ciudad
de Cusco el disco denominado “Placa o Sol de Echenique” reemplazando la
heráldica española.
“Que tal escudo (el
español) resultó siempre ominoso, no
sólo para la capital del antiguo imperio de los Incas, sino también para todo
buen americano premunido de sentimiento patriótico...”, se lee en el
acuerdo municipal Nº 063-86.
(Izquierda) el Sol de Echenique, actual emblema de Cusco. (Derecha) el antiguo escudo colonial de Cusco. |
El cambio del escudo del Cusco significó la
reivindicación del incanato sobre la invasión de los españoles. El encargado del diseño y geometrización del nuevo escudo fue el
arquitecto cusqueño Cayo García Miranda.
Desde aquel entonces la figura de esta placa de oro inca se convirtió en un
símbolo del Cusco por ser una pieza de alto valor cultural y de identidad
nacional.
El disco Inca vuelve al Cusco
Ya desde el
año 2017 las autoridades cusqueñas venían anunciando la posibilidad de que la
placa regresaría al Perú, y que las cancillerías del Perú y de EE.UU. estaban en
conversaciones; hasta que hace unos días, el Ministerio de Cultura anunció que
la pieza fue recibido por el embajador del Perú en Estados Unidos, Hugo de Zela, quien lo trasladó al Perú
para la celebración de nuestro bicentenario. Esto fue posible gracias a que el museo estadounidense y las autoridades
peruanas firmaron un memorándum de entendimiento para facilitar su retorno al
Perú. El museo entendió nuestros derechos sobre este patrimonio nacional y
decidió devolver el disco.
Tras su
retorno al país, luego de 168 años, el "Sol de Echenique" regresó al Cusco, su lugar de origen.
Aunque aún no se ha determinado como será resguardado y donde será expuesto. Lo
que sí se anunció es que será incluido a nuestro inventario de Patrimonio Cultural del Perú por el
Ministerio de Cultura.
Esta es la
historia del legendario disco solar inca y preinca, representado en el actual
escudo de la ciudad del Cusco, el que vino a reemplazar al antiguo escudo
español que impusieran los invasores como parte de procesos impositivos propios
de la época ya extinta del colonialismo europeo en América.
Pero lo
lamentable es como elementos de tanto valor histórico y cultural fueron
vendidos como baratijas o regalados a personajes que tristemente han hecho muy
poco por preservarlos. Felicitamos a las autoridades correspondientes que
hicieron posible el retorno de esta pieza histórica a nuestro país.
Fuentes consultadas: www.elcomercio.pe | www.rpp.pe | www.larepublica.pe | www.es.wikipedia.org
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