Su tumba fue hallada en el 2012 rodeada de su ajuar funerario y de
herramientas para tejer. Esta antigua dama de élite gobernó en el apogeo del
Imperio Wari, hace 1.200 años, en lo que hoy es la Región Áncash, en Perú.
En el año 2012 los arqueólogos dieron a
conocer el hallazgo de una tumba en el sitio arqueológico denominado el Castillo de Huarmey, que está ubicado en
la costa de la Región Áncash, en Perú. Estos
restos le pertenecieron a una mujer gobernante, a quien, tras el hallazgo de su
tumba, se le denominó como la “Reina de Huarmey o Reina Wari”, cuyo cuerpo
había sido sepultado en una cámara privada. Junto a sus restos se hallaron
joyas, un hacha ceremonial de cobre, bengalas de oro y una copa de plata. Los
investigadores creen que tenía unos 60 años al momento de su muerte.
Los estudios
bioantropológicos que se le ha practicado a los restos de esta dama han demostrado que tuvo una vida dedicada
al tejido; además, la falta de algunos de sus dientes indicó que bebía chicha
de manera regular, una bebida ancestral originaria del Perú, que solo los
personajes importantes podían beber en la época de los Wari. Los
arqueólogos también hallaron un canal que permitía el ingreso de líquidos a la
tumba de esta reina, esto facilitaba a las personas compartir ceremonialmente
la bebida sagrada con esta antigua dama de la nobleza, esto incluso después de
su muerte. Todos estos hallazgos indican el estatus que ostentaba esta “reina”
del antiguo Perú.
La tumba de esta dama
estaba ubicada en un espacio que en el pasado fue un gran complejo de templos
erigidos en la época de la cultura Wari,
un antiguo imperio que se expandió por gran parte del territorio del actual
Perú entre los siglos VII y XIII de nuestra era. Ellos ocuparon este sitio
durante varios siglos, mucho antes del surgimiento de los incas y se establecieran también en esa región. En este sitio se han hallado sepultadas los
restos de 58 mujeres de la nobleza, incluyendo cuatro reinas o princesas.
El sitio arqueológico Castillo de Huarmey, fue un centro administrativo de la
civilización Wari. |
Los arqueólogos han
hallado algunas evidencias que indican que esta antigua dama pertenecía a la élite.
El primero de ellos es que fue sepultada
en su propia cámara privada rodeada de sus joyas, en el que se incluye una copa
de plata y un hacha ceremonial.
El segundo es que su esqueleto sugería que estando en vida
había pasado la mayor parte de su tiempo sentada, posiblemente realizando
tejidos. Cabe resaltar, que en esa época los textiles tenían un enorme
valor y eran más valorados que el oro o la plata.
La reconstrucción de su rostro
La revista National
Geographic publicó un interesante informe sobre este hallazgo, en cuyo artículo
describen como se realizó la reconstrucción del rostro de esta gobernante del
antiguo Perú. Esta sorprendente
recreación lo realizaron artistas forenses suecos usando los restos de la reina
de Huarmey, quien falleció aproximadamente hace 1.200 años.
Para hacer posible esta
increíble reconstrucción los forenses utilizaron su cráneo y un programa
informático les ayudó a calcular el grosor de los músculos de su rostro y de la
capa de carne que lo cubría. A partir de
estos resultados crearon un molde en 3D con forma del rostro de la dama. Y para
concluir la reconstrucción le pusieron unos ojos protésicos y cabello real de
una anciana andina, el cual compraron en un mercado de pelucas de Perú.
Además, para darle el
toque final, los arqueólogos Miłosz
Giersz y Oscar Nilsson, utilizaron
como referencia fotografías de mujeres andinas nativas que vivían muy cerca de
donde se halló la tumba. Luego de 220 horas de trabajo finalmente se logró
recrear su aspecto.
El rostro reconstruido de la "Reina de Huarmey" es muy familiar a los rostros actuales de las mujeres de la región. | Panstwowe Muzeum Etnograficzne | Foto: @sebastianwlo |
Todos quienes han tenido
la oportunidad de ver el trabajo final, afirman que es sorprendente el realismo
que alcanzaron al reconstruir el rostro de la reina de Huarmey, que es impresionante su similitud con los
rostros de las mujeres actuales que viven en aquella región donde fue
sepultada, a las cuales las podemos encontrar con frecuencia en medio del
campo haciendo alguna tarea agrícola o con la que podemos conversar en el
portal de sus casas. La labor de los
arqueólogos fue muy tenaz, quienes fueron apoyados por especialistas de otras
disciplinas, además de los recursos científicos modernos.
Gracias al
extraordinario trabajo de estos artistas forenses, el rostro de esta antigua
dama de élite parece haber resurgido del pasado y nos permite apreciar cómo
eran las damas en aquellos tiempos ancestrales.
El arqueólogo polaco Miłosz Giersz, descubridor de la tumba de la reina de
Huarmey, dijo a National Geographic: “Cuando vi la reconstrucción por primera
vez, en ese rostro vi a algunas de mis amigas indígenas de Huarmey”, “Sus genes se mantienen en este lugar”, indicó.
No es la primera vez que
los especialistas reconstruyen el rostro de los antiguos personajes de la élite
precolombina de nuestro país; también lograron reconstruir el rostro del Señor de Sipán y de la Dama de Cao, un gobernante y una
sacerdotisa de la antigua cultura Moche.
Pero a diferencia de la reconstrucción del rostro de la reina de Huarmey, estos se realizaron de manera más manual.
El trabajo final se
encuentra ahora en exhibición pública en el Museo Nacional Etnográfico de
Varsovia, en Polonia.
El hallazgo de su tumba
En el año 1919 el
recordado investigador peruano Julio C.
Tello, observó que un comerciante en
un mercado de Lima ofrecía a la venta unos objetos de madera finamente
tallados. Al indicarle el comerciante que éstos procedían del valle de
Huarmey, el llamado “Padre de la
Arqueología Peruana” organizó de inmediato una expedición arqueológica para
ubicar el lugar exacto de donde procedían estos objetos. En esa ocasión no
logró ubicar el sitio, además, él y su equipo debieron retirarse del lugar por un brote de peste bubónica.
Fue recién en el año
2012 que los investigadores lograron ubicar un extraordinario edificio de
planta rectangular (13.5 m. x 11.5 m), cuyo interior estaba lleno de recintos de
forma ortogonal, los cuales estaban cuidadosamente organizados e
interconectados por un complejo sistema de accesos.
En este lugar había un
piso hecho de adobes de forma trapezoidal, debajo de este piso había una capa
de relleno de tierra y piedras de casi un metro de espesor. Cuando lograron
retirar este relleno, apareció otra capa más formada por adobes rotos, cantos
rodados y de tierra. En esta capa habían sido enterrados seis adolescentes que
no tenían envoltura textil ni ajuar funerario. Los arqueólogos presumen que
posiblemente fueron parte de un sacrificio u ofrenda.
Reconstrucción gráfica del mausoleo. Imagen: Fernando Baptista, Daniela Santamarina y Amanda Hobbs, Universidad de Varsovia, publicado en la Revista National Geographic, junio 2014, páginas 12 y 13. |
En el nivel inferior fueron hallados los restos de 54 individuos, la
mayoría de ellos era de mujeres adultas. Pero, además, los restos de cuatro mujeres de élite fueron depositadas en
tres sub-cámaras rectangulares (Ilustración 1), en una de estas sub-cámaras fueron halladas los restos de la “Reina
Wari o Dama Principal”. En el nivel superior de este sitio fue construido
un trono, presumiblemente para que ahí se exhiba la momia del personaje
principal, cuyos restos no han podido ser hallados.
Los resultados de las investigaciones llegaron a la conclusión de que la
mayoría de estos restos pertenecía a mujeres adultas de edades diferentes, quienes fueron sepultadas en compañía de adolescentes, posiblemente también
del mismo sexo. Junto a ellas se halló un rico ajuar funerario. En total sumaron más de tres mil objetos,
lo cual sustentó que estas antiguas damas pertenecían a la nobleza. Entre estos
objetos destacan tupus, orejeras de metal, dijes, armas (cuchillos, estólicas, hachas); anillos, objetos para tejer (piruros, husos, telares, cucharas con pigmentos de
colores), madera y hueso; y otros
artefactos que eran vinculados con la parafernalia de la muerte, tales como
silbatos, sonajeros y caleros.
Objetos descubiertos en la tumba del Castillo de Huarmey (Fuente) |
Pero además de los 54
restos ya mencionados, fueron hallados también los restos de cuatro mujeres de
un estatus social más alto, estas fueron sepultadas en tres sub-cámaras especialmente
construidas con adobes. Estas damas eran
de más edad que las demás mujeres, según el resultado de los estudios, y se
halló un mayor número de objetos y de mayor calidad junto a ellas como parte de
su ajuar funerario.
Orejeras descubiertas en la tumba del Castillo de Huarmey (Fuente) |
Los restos de la Dama Principal o “Reina Wari”, fueron
hallados en una sub-cámara central. Al
momento de su muerte ella tenía unos sesenta años. La última morada de esta
dama tenía una forma ligeramente rectangular de .75 x .70 metros. Ella vestía ropas muy finas hechos con fibras de algodón y lana de camélido. La lliclla (manto) de la dama estaba
sujetada con un tupo o alfiler de metal. Su rostro fue pintado con cinabrio.
El dato
En el mundo andino, desde
alrededor de los 8,500 años a.C., pintarse el rostro con cinabrio estaba
vinculado con lo sagrado, se creía que al hacer esto el espíritu trascendía
sobre la muerte corporal.
Fuentes consultadas: www.quo.es | www.rpp.pe | www.patrimonioculturalperu.com | www.facebook/Tierra de
Chullos
Fotos e ilustraciones: www.nationalgeographic.es
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